EL PERU VA PERDIENDO LA LUCHA CONTRA EL COVID 19, por las recetas del FMI

La Flexibilización de la cuarenta seguirá incrementando los infectados y muertos por COVID 19

I.A.M.  en su artículo publicado el 5 de mayo “La vida del pueblo es primero pero el gobierno los deja a su suerte”, demostraba como el factor R que el presidente  Martín Vizcarra, presentaba como una gran victoria sobre el COVID-19, era por el contrario un fracaso de su política contra la pandemia.

Señalaba con datos; que pronto llegaríamos a los 100 mil afectados y estaríamos cerca de los 3 mil fallecidos. Ahora, 25 de mayo en que escribimos esta nota, superamos los 120 mil afectados y los muertos rebasan los 3,600 peruanos, subiendo la tasa de mortandad del 2.82% a 2.93%.

Y en estas condiciones el gobierno peruano decidió flexibilizar la cuarentena en vez de resolver los problemas que cualquier persona con un poco de razonamiento podía detectar para que sea efectiva. La flexibilización incrementada, fase 2 de la reactivación económica; supondrá multiplicar aún más los infectados y las muertes por COVID 19 o por hacinamiento sanitario, lo que podría constituir en la práctica en un genocidio deliberado.

No se trata pues que la gente no quiere acatar la cuarentena, es porque no tiene las condiciones para hacerlo, la gran mayoría son familias de subsistencia que necesitan trabajar en el día para poder comer o dependen de su salario para poder vivir; por tanto frente a este riesgo mayor no escatiman en aglutinar los mercados, llenar los buses, salir a vender sus mercancías. A  ellos no les va a llegar el programa Reactiva Perú tampoco les va a llegar los demás beneficios que se les está dando a las empresas formales, a las cuales una gran parte es para las medianas y grandes ¿Quien vive señor presidente con 760 soles por tres meses?

A nadie de ellos les ha sido suficiente el bono, o a muchos de ellos ni les ha llegado el dinero;  y tienen familiares infectados por COVID que no pueden atender o ellos mismos lo están;  pero se ven obligados a salir porque si no los mata el hambre los va a matar la enfermedad y el gobierno, no quiere comprender la envergadura del problema social, los deja a su suerte; sus acciones son lentas e insuficientes. 

Duplicar la cobertura de centros hospitalarios públicos para el 30 de junio es insuficiente, es una acción lenta e inoportuna y se debe señalar así porque a esa fecha tendremos muchos más infectados y muchos más muertos. ¿Usted señor presidente se atedería en Essalud o en el SIS, en caso se enferme de COVID? Esperemos que sí, para que comprenda que es hacer la cola y la angustia de la atención, para que sepa que es no encontrar medicinas, para que sienta lo que estan sintiendo las familias ante tanta precariedad.

Justificaciones ante el fracaso de la política fondomonetarista contra el COVID-19

El 24 de abril, el diario Correo del Perú reprodujo un artículo de la BBC de Londres para señalar las causas de por qué el Perú es el segundo país con más contagios en América Latina pese a la cuarentena, después de Brasil. Las causas que se indican en el texto son 1) la informalidad laboral de la mayoría de peruanos, 2) la falta de logística para el abastecimiento de alimentos, 3) la aglomeración en los mercados y bancos y 5) el hacinamiento en los hogares.[1] Para el gobierno y la prensa, es el pueblo trabajador y empobrecido que no cumple las reglas de la cuarentena, pero sin las condiciones necesarias hasta ellos mismos se oponen a la medida de seguridad en salud pública. 

Ni la BBC, medio de comunicación imperialista, ni el diario Correo, ni el gobierno se atreven a mencionar que el sistema sanitario peruano es incapaz de afrontar una crisis de esta naturaleza, donde el sector público dirigido a atender las necesidades de salud del pueblo ha sido desmantelado para privilegiar al sistema sanitario privado, como lo demostramos en nuestro anterior artículo “El Covid-19 Muestra La Incapacidad Del Capital Para Resolver Los Problemas De La Humanidad”

Las clínicas privadas siguen haciendo su negocio especulativo sin niguna regulación

Este sistema es intocable y está al margen del combate contra el coronavirus; antes bien es un escándalo y vergüenza nacional que, en plena pandemia, mientras la gente se esta muriendo, las clínicas privadas siguen haciendo su negocio especulativo, como bien lo señaló Pachamama radio, quien sostuvo lo siguiente:

“El domingo 16, la Unidad de Respuesta Periodística Inmediata (URPI) de La República se acercó a las principales clínicas de Lima a consultar sus tarifas por internar a una persona con coronavirus. Y descubrieron: que el costo de atención en UCI para un infectado por Covid-19 es de S/ 150 mil en la Clínica Internacional, S/ 80 mil en la clínica Ricardo Palma, S/71.150 en la clínica Maison de Santé y S/ 20 mil en la Clínica Delgado.[2]

Los autores aclaran que estos precios no incluyen los pagos por consulta, pruebas rápida o molecular y recetas médicas. Y lo peor de todo es que nadie garantiza la recuperación del paciente y/o al sometimiento de negligencias médicas como bien lo describe el artículo.

Decir que estas son las causas para que el Perú esté perdiendo la guerra contra el coronavirus, es como decir que el capitalismo tiene la culpa de todo ello, porque, a fin de cuentas, es este sistema el que ha creado estas condiciones.

Pero resolver estos problemas no pueden hacerse de la noche a la mañana, incluso si mañana se produjera una revolución y se empezara a construir el socialismo, el primer problema a derrotar sería el COVID-19.

Razones por las que  el gobierno peruano fracasa contra el COVID-19

En los anteriores artículos publicados en el Instituto Marx Engels hemos señalando que el desarrollo capitalista en su afán de privilegiar las ganancias del capital privado ha puesto al pueblo peruano en un

a situación de extrema vulnerabilidad. Frente a esta realidad se tiene que aplicar una política sanitaria de emergencia que ponga en primer lugar la vida y la salud del pueblo antes que las ganancias del capital.

Pero el gobierno no tiene la intención de hacerlo, cumpliendo la política económica dictada por el FMI ha ninguneado gastos oportunos para incrementar la oferta sanitaria a fin de mantener el equilibrio fiscal y se guarda los recursos de las reservas internacionales netas para subsidiar al gran capital en su plan de recuperación. Por ello, son insuficientes las pruebas rápidas y moleculares para el control del coronavirus; no hay suficiente material y equipos médicos para atender oportunamente a los infectados y proteger al personal médico y policial, produciéndose infecciones y muertes que se pudieron evitar.

Ante el colapso del sistema sanitario público la gran mayoría de las personas contagiadas se ven obligadas a quedarse en casa al cuidado de sus familiares, quienes también terminan contagiados; y al salir a hacer las compras o ir a los centros hospitalarios riegan el virus por toda la ciudad, por eso no es sorpresa el alto índice de infectados en los mercados y los bancos, lugares que se han convertido en focos de contagio, dado el caos y la falta de controles, etc.

El pueblo en su mayoría, por su propia cuenta tiene que detectar si está infectado o no por COVID-19 y sólo puede hacerlo al constatar  síntomas. Llaman en auxilio a los números proporcionados por el gobierno y reciben la clásica respuesta que un equipo especializado los va a visitar, pero la espera se vuelve eterna y cuando el paciente se agrava, los familiares se verán obligados a llevarlo al hospital.

Aquí recién accederán a la prueba rápida y de ser positivo y si aún no presenta dificultad para respirar, lo regresarán a su casa con su receta médica para que siga siendo atendido por sus familiares; quienes por no conocer con anticipación el diagnóstico, no solo se habrán infectado ellos mismos, sino tambien a otros con quienes se haya interactuado mientras cuidadaban a su familiar. De esta manera, algunas personas harán sintomas, otras no; pero la cadena se incrementará, y la mortalidad con ella.

Además de ello, no encontrarán medicinas en las farmacias del hospital y las familias se verán obligadas a comprarlas en las farmacias privadas, quienes siguen incrementando los precios y haciendo su gran negocio; pero como aquí las medicinas tambien son escasas;  las familias deberán buscarlas de farmacia en farmacia;  y de esta manera se convierten en víctimas de los precios especulativos.

Esto es indignante, señor presidente, son hechos reales y de experiencia propia que se unen a todas las pocas denuncias que los medios de comunicación se atreven a publicar.

También advertimos que la cuarentena multiplicaría la pobreza en el Perú por lo que era necesario extender el bono solidario universal para cada persona, mensualmente mientras dure la emergencia, que no dejen de pagarse los salarios y se aproveche para despedir trabajadores.

Vizcarra ha hecho todo lo contrario, autorizando suspender salarios y empleos sin ninguna alternativa para la población. El fracaso de esta política se venía venir y ahora culpa al pueblo por su fracaso.

La lucha contra el COVID-19 es ahora y no puede posponerse más tiempo

Es el pueblo, los que vienen sufriendo la pandemia. Los ricos, si por un azar de la vida son infectados, pueden recurrir a una clínica privada; pero para el trabajador que vive de su salario o sueldo, o para el trabajador independiente y el micro y pequeño empresario que tiene ingresos que sólo alcanzan para vivir, el coronavirus es una desgracia fatal; no solo son condenados a morir por el COVID-19 si se les complca la enfermedad, sino que muchos perderán el empleo, sus ingresos o verán quebrar sus pequeños negocios,

Por eso las organizaciones sindicales, las del barrio y toda asociación de pobladores tenemos que exigir una acción eficaz contra el COVID-19. Esto es dejar de lados los manuales del FMI y no escatimar gastos para comprar materiales y equipos médicos en suficientes cantidades para hacer las pruebas necesarias para que ningún portador circule por las calles,  y el personal médico esté totalmente protegido.

Adicionar hospitales de emergencia e internar a todos los infectados, que nadie se cure en casa. De igual modo, hacer seguimiento y atención a todos los enfermos crónicos y de grave riesgo.

Toda institución de servicios de salud privados debe ser asumidos por el Estado mientras dure la emergencia y ponerlo al servicio de la lucha contra el COVID-19.

Organizar la producción, la distribución y venta de alimentos y medicinas.

Asegurar un ingreso mínimo para todos los trabajadores asalariados y trabajadores independientes y micro y pequeños empresarios, hacer efectivo el bono solidario universal y sin restricciones para cada persona.

Si hay fondos para derrotar al COVID-19, hay que dejar los manuales del FMI

Fondos para resolver los problemas del covid existen, el artículo de I. A. M., señala que el Plan de Reactivación que prepara el gobierno gastará unos 25 mil millones de dólares de la Reservas Internacionales Netas. Es decir, para los grandes empresarios si hay dinero; pero para combatir el COVID-19 y salvar vidas del pueblo solo se dispone minucias. Pero también existen recursos de la gran burguesía que ha acumulado riquezas en todos estos años, al que debe aplicarse un impuesto especial de solidaridad.

Solo así la cuarentena será efectiva, y tendremos la perspectiva de vencer la epidemia. Pero si no se realizan las medidas necesarias, el coronavirus no tendrá cuando acabar y cada vez será más difícil y más costosa combatirla.

Por eso, los trabajadores y el pueblo en general debemos exigir que primero se atienda la salud y la vida del pueblo y se tomen los recursos necesarios para una eficaz lucha contra la epidemia. Las organizaciones de trabajadores, colectivos civiles, movimientos regionales y población nacional deben intensificar la exigencia  de estas demandas de forma continua y sostenible a fin de que el gobierno atienda las necesidades de proteger al pueblo, y hacer una lucha efectiva contra la pandemia.

Bilbiografía

[1] Redacción diario Correo, “BBC explica por qué Perú es el segundo país con más contagios en América Latina pese a medidas de contención” https://diariocorreo.pe/peru/bbc-explica-por-que-peru-es-el-segundo-pais-con-mas-contagios-en-america-latina-pese-a-medidas-de-contencion-noticia/

[2] Diego Quispe, Johann Klug y Joel Robles, “Tarifas en clínicas son un martillazo para la economía de pacientes con COVI-19”, 22-05-2020, La República, https://larepublica.pe/sociedad/2020/05/22/coronavirus-en-peru-tarifas-en-clinicas-son-un-martillazo-para-la-economia-de-pacientes-con-covid-19/

Carlos Alarcón Aliaga